La última etapa de la educación scout es el Clan Rover  formado por jóvenes a partir de 17 años. Ser Rover es vivir intensamente cada paso, tomar las riendas y hacer un proyecto de su propia vida, empeñarse en cambiar el mundo y, sobre todo, creer que es posible.

Se comprometen colectiva e individualmente en acciones de cambio y se esfuerzan por crecer al tiempo como persona. Elaboran sus propios proyectos personales, se marcan metas y se ayudan mutuamente a madurar y crecer como adultos comprometidos.

Colectivamente, se esfuerzan por hacer suya la máxima scout de “tratar de dejar el mundo mejor de como lo encontramos”. Son jóvenes comprometidos socialmente, dinamizan, conciencian y ayudan a los demás con la esperanza de cambiar el mundo.

Los encontraréis trabajando en el barrio, o dinamizando a sus compañeros de clase o de trabajo, aunque nadie sepa que son “scouts”. Su lema es “servir”.